Si echo la vista atrás, ya no me recuerdo sin leer. Por eso, hoy me gustaría explicarte por qué me apasiona leer. Y concretando más, voy a tratar de contarte por qué, desde muy pequeña, me atrapó la literatura de ficción.
No es sencillo explicarlo, pues son muchas las razones. En mi caso, es mucho lo que me ha aportado la lectura en general, y las lecturas de ficción en particular.
Hay cientos de estudios que apuntan a que leer aumenta la atención y el vocabulario, estimula la memoria y la creatividad, mejora la comprensión, fomenta el pensamiento crítico, aporta conocimiento y crea vínculos emocionales. Y no es poca cosa creo yo.
Pero hay mucho más.
La condición humana se ha caracterizado, desde siempre, por la necesidad de contar historias y que nos cuenten, escribí sobre ello en un post anterior (AQUÍ), y diría que es precisamente la curiosidad y la necesidad innata de escuchar lo que nos lleva a desarrollar el gusto por la lectura.
¿Por qué leer?
La lectura es un medio para la búsqueda del conocimiento, algo que suele estar muy ligado a la curiosidad. En muchas ocasiones, bastan unas pocas palabras bien escritas para provocar un placer visual que conecta directamente con la belleza. Y tan solo eso provoca ya un bienestar que resulta muy agradable.
En mi terreno, que es la literatura de ficción, la lectura te adentra en otros mundos, en los que todo es posible, y todo podría ocurrir. Pero hay mucho más, porque la literatura nos ayuda a crear nuevas ideas y formas de pensar. No me digas que eso no es fascinante.
Sé que es así, pero me cuesta asumir que exista gente a la que no le gusta leer. Quizás se acercaron a esta suerte de magia que es la lectura de la manera incorrecta. Puede ser.
Ha sucedido y sucederá: en muchos casos, en los primeros años de vida, leer es un placer hasta que te meten en vena las lecturas obligatorias de los planes de estudio, y entonces deseas no volver a ver un libro ni en pintura.
Es comprensible.
A muchos se nos atragantaron en el colegio o en el instituto algunas de esas lecturas que seguramente no llegaron a nosotros en el momento adecuado. Por eso creo que leer debe ser siempre un acto voluntario y libre. Nadie debe obligarte a leer, sino inculcarte el placer de hacerlo. Ese es el secreto.
Para mí, leer es apasionante. Y me gusta que los demás también puedan disfrutar de las cosas que a mí me apasionan. Por eso te voy a mostrar cuatro motivos por los que también a ti podría apasionarte leer.
Con la lectura ejercitas tu cerebro
La lectura es una actividad estimulante que mantiene sano tu cerebro. La lectura de textos literarios hace entrar en juego diversas funciones cognitivas complejas que provocan un aumento sustancial del flujo sanguíneo en el cerebro.
Pero avancemos más, porque resulta que leer ficción estimula el pensamiento crítico y analítico. Además, la lectura te ayuda a concentrarte y a fijar la atención en un solo tema, cuestión que en la era de la saturación y conectividad total y a tiempo completo, cada vez resulta algo más difícil de lograr.
En general, las historias de ficción siguen una secuencia lógica que implica un inicio, un desarrollo y un final. Aunque te parezca simple, esta estructura ejercita tu cerebro para hacerte capaz de pensar de forma secuencial, enlazando la causa, el efecto y el resultado.
Al leer, desarrollas tu empatía
Al leer, exploras, observas y te replanteas situaciones. En la literatura de ficción, te haces por fuerza empático, porque estás teniendo acceso directo al pensamiento y a los sentimientos de los personajes. Sin darte cuenta, empatizas, comprendes y observas el mundo desde la perspectiva y el punto de vista de esos personajes, aunque este difiera diametralmente del tuyo.
“Transferir la experiencia de leer ficción en situaciones del mundo real es un salto natural. Usamos los mismos procesos psicológicos para entender la ficción y las situaciones reales”.
David Comer Kidd
Ya lo ves, a veces, meterte en los zapatos de otro, puede ayudarte incluso a resolver tus problemas.
Leer te relaja
Ahora me dirijo sobre todo a ti, querido lector no habitual que avanzas por la vida como pollo sin cabeza, y siempre estresado. Eh, no mires para otro lado, te hablo a ti que siempre dices que te gustaría leer más, pero que nunca tienes tiempo.
¿Estás seguro?
Revisa cuanto tiempo dedicas al día a tus redes sociales, WhatsApp, Messenger o cualquier otro servicio de mensajería, televisión, series, o películas…
¿De verdad no tienes unos minutos diarios para relajarte ante una buena historia?
Puedes seguir así, eh. Tú te lo pierdes, pero intenta recordar la increíble sensación de amarrarte a una historia y no ser capaz de soltarla durante un buen rato porque te has enganchado a ella sin remedio.
Si te cuesta conciliar el sueño por las noches, prueba a leer unos minutos al meterte en la cama para dormir. Créeme, eso relaja, y mucho.
En 2009, la Universidad de Susexx llevó a cabo una investigación en la que concluyeron que la lectura es la forma más eficaz para superar el estrés. A través de la medición de la frecuencia cardiaca y la tensión muscular de los participantes en el estudio, determinaron que tras comenzar con la lectura, les bastó un promedio de seis minutos para relajarse.
Leer es sexi, o no…
Hace algún tiempo, cierta editorial utilizó esta frase como eje de una campaña de publicidad para fomentar la lectura. Fue un éxito.
En mi opinión, la frase es una estupidez. Claro que las fotografías de actores como Marilyn Monroe, Paul Newman, Audrey Hepburn, o James Dean con pose de lectura era sexi, pero…
Hace un rato estaba leyendo en el sofá, debajo de mi mantita, cómoda y calentita con mi ropa de estar por casa. Y muy a gusto, la verdad, pero te aseguro que la imagen no tenía nada de sexi. Y es que, el acto de leer, en sí, no es sexi.
Cuestión diferente es que ver a alguien que lee nos pueda resultar atractivo porque intuyamos cierta curiosidad intelectual que nos pueda parecer afín a nuestros gustos, pero, en fin, solo es un punto de vista. Puedes comentar y llevarme la contraria si quieres.
Vamos acabando…
Quizás ya te han dicho montones de veces que leer es bueno y que aporta muchos beneficios. Yo solo te he contado algunos de ellos.
Para mí, leer es apasionante porque creo que la literatura te engancha a la vida.
Es un motivo poderoso, pero aún así, si todavía piensas que la lectura no está hecha para ti, déjame decirte algo: las lecturas te engancharán mediante la conexión emocional. Cada vez que encuentres esa lectura que sientas que te habla directamente a ti, ya no podrás parar, y te adentrarás de lleno en esta hermosa aventura del lenguaje y la palabra impresa.
Uno lee porque adora la vida, y con una sola (la propia) no basta. Necesita vivir otras tantas, esas que están en los libros de ficción.
Hoy día, casi todo es inmediato, efímero, y en muchos casos vacuo. No sabemos esperar. Somos impacientes por naturaleza. Lo queremos todo, y lo queremos ya: deseos de usar y tirar. Leer es lo contrario a todo eso.
Leer es divertido y fácil. O no. Porque también puede ser todo lo contrario. Depende de lo que busques en cada momento… pero lo bueno es que busques lo que busques, seguro que hay muchas lecturas a tu medida esperando a que las descubras.
¿Has sentido alguna vez mientras leías una novela que las páginas te hablaban directamente a ti?
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